lunes, 2 de mayo de 2022

Tridecaenio (parte 1)

El tiempo pasa fugazmente, mientras mi pensamiento se enfoca en los últimos diez complejos años. Mientras vivía mi vigésimo año, pasaron muchas historias. Fue un año muy dificil, lleno de desafios, penurias y miedos. Era mi segundo año universitario, me aterraba las primeras prácticas, trabajos y asignaturas difíciles, en ese tiempo me involucré más con el mundo, aprendí a socilizar desde la emoción y me hice de muchos amigos. Fue un año complicado, recuerdo haber tenido solo 15 min de almuerzo, largas horas de trayecto a todos los ámbitos de mi vida. Además de 8 asignaturas en los semestres, me hacían vivir mi estudio al máximo. En ese tiempo, comencé a pensar que no me la podía, que sería pésimo profesor, pues, jamás tendría la personalidad para desenvolverme. Por otra parte, me atormentaba quedarme solo, entonces, decidí interesarme por conocer a la gente, sin embargo, me termine enganchando de alguien que solo me daba ansiedad nuestra incompatibilidad. De todas maneras, los pasaba súper bien cuando estaba con él. Era genial pensar los lindos fines de semana que compartíamos. Recuerdo que ese año, tanta exigencia me dejó muy deprimido y angustiado. Fue difícil afrontar cambios de vida. Estuve a punto de dejar todo tirado y volver a levantarme. Pero, no lo hice. Saqué fuerzas quien sabe de donde y salí adelante, me hice mi primer aro que hasta el dia de hoy lo conservo.

Cuando cumplí los 20 y comencé a transitar hacia los 21, estaba en mi tercer año universitario, estaba feliz que era mi penultimo año y que no había reprobado nada. La Matemática me empezaba a latear y a saturar. Me quedé sin grupo de trabajo y amistad universitarias, ya que todas las personas que formé un vínculo dejaron la carrera. Me tuve que adaptar nuevamente a otro mundo de personas. Cambié dichas juntas, decidí ser más transparente con mi vida y expresar quien soy. Ese año también fue difícil afrontar que una persona que me ayudaba, me gustaba mucho. Era genial, salir a carretear, entrenar artes marciales y tirar la talla, el cafecito de la tarde noche, se hacía un pretexto para seguir conociéndote. Recuerdo que en esos años comencé mi blog que estás leyendo e inspiré a esta persona a crear el suyo. Nunca me dijo nada despues de que le conté que me atraía algo más que un amigo.

Cumplí 21 y comencé mi año 22, lleno de ansias de terminar mi carrera a tiempo, asustado por la tesis, la practica profesional, el taller de afianzamiento de saberes pedagógicos y alguna asignatura. Tenía mucha ansiedad, que las horas de mis días se multicaban por 3. Encontré un grupo que trabajaba bien y me incluyeron en el trabajo de tesis. Siempre agradecí esa paleteada. Mi mente, full enfocada en sacar mi carrera, recuerdo de los rollos que se pasaban algunos estudiantes de mi práctica; rumores raros. Defendí mi tesis, en el peor día de ansiedad de mi vida, tuve mi primer bloqueo por nerviosismo fue totalmente una tortura.
Afortunadamente terminé mi carrera y era hora de buscar trabajo. Fue demasiado difícil hacerlo 1. Porque me daba mucho terror entrar a un establecimiento a hacer clases con 21 años cumplido; 2. Le tomé el gusto a que me enseñaran, al punto que quería estudiar para siempre y 3. Qué hacía un joven de 21 años con titulo de profesor y grado de licenciado en educación. 

Felices 22 años. Mi primer año de docente fue horrible, tanto como lo imagine, casi paro al hospital por exceso de ansiedad, recuerdo que mi presión sanguinea estuvo a punto de igualarse (10 con 10). Me pagaban pésimo y mi rol era reemplazar a los docentes, además, en aquel establecimiento faltaban demasiados profesores, a tal punto que a veces debía cuidar 2 salas al mismo tiempo por la miseria que recibía a fin de mes. Me despedí de mi vida social, pues, comencé a hacer muchas clases particulares hasta que me compre mi primer auto al año siguiente. Finalmente, despidieron a uno de los profes de matemática y me dejaron de titular. Ahí fue cuando pensé que mi real carrera comenzaba. Para ese verano me arranqué al sur y viví unas experiencias re locas que no me arrepiento para nada.
Feliz cumpleaños número 23, año donde me enganche de un tipo equivocado y me costó mucho salir de ahi, de igual modo, me gustaba pasar horas viajando para verlo. Pero habían demasiada ansiedad de por medio que me fueron agotando con el tiempo. Trabajé muy arduamente ese año, a punta de clases particulares, trabajar en dos colegios a tal punto que pude adquirir mi primer auto, que me dio mucha felicidad. En ese tiempo participé de una banda de música y estuve en muchos conciertos bastante diversos. A pesar de todo, fue un año lleno de desafíos. Lástima que me trataron de mediocre y que prácticamente no servía para ser profesor. Recuerdo que ese año dia la PSU de nuevo para verificar si podira estudiar otra cosa. Menos mal que no lo hice. La música me llevo a nuevos horizontes.

Cumplí 24 y mi ansiedad de ser profesor jefe aumentaba, encontre otro colegio al cual hacer clases, asi que hacía paralelamente clases en dos colegios nuevamente, aunque esta vez fue muy diferente, pues el colegio tenia una vision totalmente distinta. Era demasiado agradable reencantarme con la educación, a tal punto que comencé a especializarme en la física para la enseñanza media. 

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