... me ahoga el ansia, necesito sentarme en aquella banca que esta junto a la muralla, siento que es hora de dejar de hacer esto, pues ¿por qué lo hago?, necesitaré una razón, escucho la voz de mis recuerdos, esos que evidencian la experiencia previa de hacer lo que haré, los nervios me comen vivo, así como un niño que cae en un mar de remolinos, ya caí aquí, no es momento de cuestionar aquello que hago, sólo hacerlo y ya. La papiroflexia del papel de mi ocio, la dinastía de mis prioridades, la entrega absoluta conllevan a que mis ansian se manifiestab así , mi esófago se aprieta ñ a tal punto que solo pienso en no comer nada. La banca es fría y mi mente computa preocupación a fallar. Escucho mi nombre, es hora, hora de salir de este largo tunel de pensamientos que no saben nadar en este rio de ansiedad, no sabe volar en las nubes preocupantes, la forma heterogénea de pensamientos transversales. Me levanto de la banca, brinco y llevo las rodillas al pecho, aplaudo, grito, troto hasta escuchar una masa homogénea. Por esto lo hago.... por ellos, es hora de salir a cantar.....
Agnadhi du Anghi
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