A duras penas iba sobreviviendo, adaptándome a lo online, tanto en mis clases que impartí en la Universidad, como en el colegio. Así también, las clases recibidas del posgrado me fueron desarrollando como un fuerte profesional y me llené de mucha sabiduría. En mis momentos más relevantes de ese año fue aquella entrevista que me pediste, la cual respondí con demasiada inspiración y enganche en la hermosa pedagogía. Mis calificaciones comenzaron a destacar como nunca, de a poco me motivé en seguir creciendo cognitivamente. El tiempo se hizo escaso, pero era un evento importante hablarte aunque sea una vez al día, además, cumplir mi promesa de siempre hacerte reir, que me regalaras esa sonrisa que me hacía soñar.
Para el segundo semestre, me suspendieron de mi trabajo universitario, pues, todavía no terminaba mis estudios. Aquello me motivó para trabajar en un trabajo denso, importante y fuerte, del cual me siento demasiado orgulloso. Me encantaba contarte lo que estaba escribiendo, aunque no me entendieras, hacías el esfuerzo en escucharme. Me hacía sentir muy importante para ti. A tiempo record, logré presentar una tesis bien fuerte y con algunas correcciones se formó en mi producción más importante.
Una noche cualquiera recibí un audio tuyo, uno en estado de ebriedad, amé lo que me dijiste y lo guardé en mi disco duro para siempre reproducirlo. Que bacan empezar a quererte de a poco.
Feliz 28 años. Partió mi cumple, con una vacuna y la preparación de mi defensa. La ansiedad me comía, pero recibir tu feliz cumpleaños antes que cualquier otra persona, hizo que me gustaras más y que cada vez subieras de escalón de prioridad.
Salí triunfante de mi tesis, me sentí orgulloso de mi trabajo y me volvieron a considerar para trabajar en la universidad, ahora, con más horas lectivas. Desafíos nuevos fueron llegando de a poco y el estrés de no haber tenido vacaciones comenzaron a afectarme día tras día. Comencé a hablarte y buscarte más seguido, hablabamos temas de mayor relevancia y de a poco entrabamos en confianza. Me sentía muy acoñado de tu esencia virtual y cómo fuimos apegándonos el uno al otro.
Se acercó el invierno y justo tuve un fin de semana libre, decidí arrancarme a conocerte, fue la mejor decisión que he tomado jamás. No solo me di cuenta que eres genial online, sino que presencialmente brillabas por sí sólo. Tú te volviste una inspiración desde ese día y me sentí netamente cómodo, sentí que conocía cada partícula de tu esencia, hasta lograste pegar un salto cuántico en cada latido de mi corazón.
Es genial pensar que te volviste el suceso más importante de mi vida, con solo mirarme a los ojos, con una sola frase lograste transformar mi mundo entero. Antes solo sobrevivía al mi universo, despues de tí aprendí a vivir. Me atreví a hacer lo que nunca había hecho, visité lugares nuevos, adquirí muchas novedades, nuevas comidas, gustos musicales, juegos, etc. Me has enseñado mucho, y aunque no lo creas, me hiciste amarte, cosa que nadie lo habia logrado jamás. Te agradeceré eternamente por todo, hasta por ser el único quien me acompañó cuando me sentí más solo. Hiciste que me diera cuenta, que tengo muchos falsos amigos quienes no me aceptan por lo que soy. Me prestaste atención cuando nadie ya lo hacía. Y jamás voy a olvidar la cantidad enorme de veces que me sacaste de la oscuridad en que estaba hundido.
Me ofrecieron nuevo trabajo, algo absolutamente distinto a lo que hacía, lo que me hizo cambiar mi estilo de vida en demasía. Ese cambio, me trajo consecuencias catastróficas, porque me di cuenta que no viví mis años anteriores, solo fue supervivencia, lo que me trajo una ola de ansiedad tremenda. Es por eso que te vuelvo a agradecer, por no dejarme somo en esos momentos tan críticos. Te extraño todos los días que no te veo y más aún que no hablamos. Gracias por viajar conmigo y mi familia y disfrutar de unas vacaciones increíbles. Me hubiese encantado tenerte cerca en mi cumple. Pero no se pudo para nada. Decidiste irte a tu ciudad y lo respeto.
Felices 29, aunque no fueron tan felices porque no estabas tú, comencé este año, el último del tridecaenio, de una manera súper difícil, comencé a notar que nuestro tiempo juntos se empezó a agotar, justo cuando nuestra conexión se hizo más fuerte. Te prometí no estar triste. Pero solo me queda el recuerdo maravilloso por ser lo más importante que ha sido. Al menos me siento orgulloso, porque quizá logre caleta contigo, logré que me aceptaras, logré que confiaras cada día un grano más en mí, logre ganarme tu cariño, que tu me dijeras te quiero mucho y no un gracias. Llegué a tu vida como quise llegar.
La única certeza que tengo es el cariño que esta en mi corazón y mi promesa de siempre estar para ti, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte decida llevarme.
Agnadhi du Anghi
No hay comentarios:
Publicar un comentario