martes, 30 de agosto de 2022

Fragmento 12. La historia de Alex parte 1

Esta es la historia de Alex. Un joven adulto que tiene una vida ajetreada y ocupada. Que sonríe siempre y lanza chistes de la vida. A simple vista, parece ser alguien que disfruta la vida y aligera los conflictos, a tal punto que da la impresión que nada le afecta. Todos admiran su fuerza y energía, su ánimo, su gracia sus chistes. Es mirado por ser solidario, un buen enseñante, un joven tranquilo y calmado que resuelve lo que sea con un poco de paciencia. 
Alex también es apasionado, ama lo que hace, y siempre se esfuerza por mejorar. Está lleno de sorpresas, porque nunca se deja conocer al 100%, demuestra que todo anda sobre ruedas cuando se trata de él.
Este joven, a veces, es callado, sobretodo cuando almuerza, da la sensación que piensa en cada mordida y presta atención a lo que se conversa en la mesa. Sin duda, es un gran oyente y las pocas veces que participa activamente de una plática, dice algo realmente profundo y válido que nadie se atreve a debatir. 
Cada palabra que pronuncia, casualmente, viene acompañado de un silencio. Pareciera ser que no existiera persona que lo entendiera.
Alex es demasiado amable, siempre esta dispuesto a ayudar. Es requerido entre sus pares como alguien eficiente a la hora de transformar lo burocrático en algo realmente simple y práctico. Al parecer, tiene vocación al servicio. 

Me pregunto ¿qué hará alex en sus días libres?, nadie de nosotros sabe que pasa por la cabeza de ese joven, de alguna manera ayuda a todos, pero no conocemos con quien vive, que le gusta hacer, pasatiempos, etc. Debe tener hartos amigos, por eso es tan relajado. Tal vez, debe tener pareja, pues siempre sonríe. Eso debe ser, ¿no crees?

Alex es gracioso, a veces inventa que ha tenido una vida cruel, y se victimiza un poco, es su forma de hacer reir al resto y de encajar. Su forma de expresar sus cuentos, me hace sentido con que es falso, y me río con él, pues me parece gracioso. De todos modos, sé que son mentiras, porque alguien así de relajado es imposible que haya tenido una vida dura ¿no?

Alex, a veces habla como alguien de ochenta años, a veces me sorprende su sabiduría, que sepa un poco de todo y que mantenga un equilibrio en la vida entre bromas, seriedad y esfuerzo. Es un gran consejero y oyente como si hubiese vivido mucho. Quién sabe qué habra vivido, a veces me entra la curiosidad de saber la historia de Alex, porque siempre he pensado que las personas cargan su propia carga. Aunque él parece no tener ninguna. Me llama la atención.
Alex se lleva bien con todos, es espontáneo y todo. Me da mala espina que solo sonría. Quien sabe qué planea. Mejor no me involucro mucho, porque no es normal alguien tan relax. Como que mi instinto me hace no querer saber algo más de su vida.  Pues, me he dado cuenta que él nunca habla de lo que siente ni de su pasado, de sus dolores o nada. Como que todo iría bien en su vida, me parece alarmante y preocupante. Quizá es un estilo de psicópata, quien sabe.

Alex parece desviar todo tema de conversación que profundice los pasados y/o emociones que se estimulan, da la impresión que no le gusta hablar de él. Como que siento una cierta necesidad de tomar distancia en su vida privada. ¿Será por eso que está soltero? 

Alex siempre toma distancia, no habla con nadie fuera de su horario laboral, lo que a nadie le parece alarmante, pues estamos acostumbrados a que él no comente de nada privado. Solo son cosas superficiales las que pronuncian sus labios. 

Creo que nunca sabré por qué Alex toma tanta distancia. Si está lleno de talentos. Me da miedo preguntarle, porque se puede sentir acosado

Agnadhi du Anghi

domingo, 28 de agosto de 2022

Lo bajo

Hace mucho tiempo no escribo lo que mi inconciencia me cuenta. Hace demasiados intervalos de instantes no me permitía expresar lo que siento y lo que va fluyendo entre cada símbolo que voy digitando en este computador. Palabras que ya nadie lee, ni empatiza, tampoco es de interés. Ya van tres semanas de mucha pena, de tristeza, soledad inminente y emociones que no me hacen sonreír. Me siento defraudado de la vida nuevamente, porque me sonrió demasiado, me hizo sentir importante, me elevó por los cielos pensando en que realmente merecía ser feliz, pero me aterrizó, quitándomelo todo, cortando mi felicidad que sigo sin saber porqué llegó y se fue fugazmente. 

Me siento estafado, desilusionado de muchas fantasías que tuve al emprender este pequeño viaje, que pareció más un sueño que algo real. Cada palabra falsa que me contaron y emociones sin un fundamento fáctico ni transpuesto desde la abstracción más implícita hacia la cruda realidad. Cada momento en que me sentí realmente libre, cada palabra que modularon mis labios, se quedan en el pasado junto con esas emociones que quedaron atrás en el espacio tiempo. Cada segundo de mi vida que pensé que podría haberse transformado en una inversión realmente buena se quedó en nada. 

Hoy siento que emocionalmente, estoy cruzando por lo bajo. Siempre me dedico a cuestionar la vida, preguntándole: ¿Por qué es tan injusta y cruel?, y luego pienso que la culpa fue mía por creer en las palabras que parecían tan reales y un cariño que parecía ser sincero en lo absoluto. No mentiré, valió la pena cada esfuerzo, valió la pena visibilizarme por quien soy, no lo pasé mal, no lo dudo. Pero, lamentablemente debo quedarme en este presente que tanto duele. Un hoy que solo la fría noche es mi compañera y este húmedo invierno me sopla al oído, entregándome el mensaje más frívolo que jamás escuché. El sonido del silencio, la compañía de las soledad se hace presente. Jamás imaginé que el texto número 99 que iba a subir en este blog, iba a hacer una historia llena de emociones solitarias, lleno de angustias, empapado de la mano fría del invierno y de las noches oscuras, donde lo único que mira a la cara, es la cámara que está sobre la pantalla del computador. Lo único que me abraza es una silla que está calentita y los recuerdos de una realidad que ya no existe. 

A veces pareciera que las escenas de mi memoria nunca pasaron, pues, son tan nítidas, se sienten tan reales que da la impresión que debieron haberse traducido a una historia linda de ser apreciada en el presente. Sin embargo, al parecer el intérprete se equivocó en la traducción, porque hoy me quedan migajas de tus abrazos, átomos de tu olor en mi ropa y vestigios de lo que algún día soñé.

La realidad me consume, y hace que me proyecte en un futuro aún más solo. Trato de esconderme en mi trabajo para desviar la mirada de la cruda  realidad en que estoy parado. Intento mirar hacia adelante y continuar, pero solo veo tristeza, confusión, incerteza, inconcreción, desaire, decepción e ira. Me siento mentido, estafado y timado, por esta maldita vida que me ilusiona una vez más. La maldita cobardía que tienen algunos de no dar el salto hacia algo más, y lo irónico que siempre el mundo piensa que soy yo el que le teme al compromiso o a algo mayor. Pero siempre soy yo el que acarrea la locura de otro, o las eternas indecisiones o las malas elecciones de manejar su vida. Siempre soy la persona que sale perdiendo algo, al parecer debo ser yo el que sale mal, pues no tengo nada asegurado y solo dudo que algún día pueda realmente encontrar a alguien que se atreva a quererme y yo sienta que realmente se la juega por mí. 

No quiero una relación que solo vaya para un lado, creo que merezco un mínimo de respeto y una minúscula cuota de valoración, no creo ser una persona tan mala para que nadie se fije en mí o me prefiera ante otro. Obvio que tengo defectos como todo el mundo, porque soy una persona dañada por el pasado y por lo que la vida me ha traído, pero trato todos los días de ser mejor, de superar mis miedos, sanar lo que tanto me produce dolor, para ser consciente de amar más. 

Solo espero que mi error no haya sido amar incondicionalmente, quiero pensar en que lo di todo, intenté hasta lo último que se me ocurrió. A veces pienso, que me atreví a dar pasos que nunca imaginé darlos. No estoy feliz porque las cosas no resultaron como quise, pero al menos esta tristeza no es agonía, porque todo lo que intenté fue fruto del amor que ni yo sabía que podía entregar. 

Vida, solo quiero que no me vuelvas a hacer esto, no quiero morir decepcionado nuevamente, no quiero terminar mis procesos de esta manera. No deseo pararme en este mismo lugar nuevamente, estaba tan bien con mi decisión de no intentarlo nunca más, estaba feliz de haberme acostumbrado a la soledad. Porque es muy distinto estar solo que sentirse así, a eso súmale la decepción, sumado con las noches frías de este maldito invierno, añadiendo el cansancio de este largo camino y el olvido de las personas que quieres. 

Tengo una angustia tremenda, mayor a la que escribí esa vez en "una noche solitaria como esta", tengo más penita que cualquier fracaso que tuve anteriormente, pues, no soy capaz de proyectarme ni visualizarme feliz nuevamente. Temo mucho que este pseudo luto me lleve a la locura o a la depresión, estoy aterrado, pues no quiero dejar lo que me hizo sentir yo mismo, porque siento y pienso que nadie en la vida me hará sentir igual. Nadie más, parará el tiempo con una mirada, nadie más me enamorará con esa chispa, esa risa y esos ojitos tan lindos que jamás vi antes. 

Lo frustrante de no haber llegado a tu corazón, me hace pensar que quizá nunca fui realmente compatible para ti, pero yo creo que no fue mi problema, fue tu miedo a hacer el salto de fe, a jugártela por algo que quizá sentiste, o al menos eso me hiciste pensar. Me hiciste pensar que se podía, que yo podía lograr lo que no pude con nadie, me hiciste pensar que nada malo me iba a pasar contigo al lado. 

Pero en fin, te sigo queriendo como a nadie más en este mundo, no dejaré de quererte jamás, siempre tendrás un espacio en mi vida, como amigo, o lo que sea que se de. Solo espero que la vida, no me vuelva a poner en esta situación, porque esta vez, me hizo mucho daño. 


Agnadhi du Anghi

domingo, 7 de agosto de 2022

Despertar

Hace un año recibí el peor mensaje que una amiga me pudo dar. Ahora, cuestiono tanto la palabra amiga con ella. Desde ese día me pregunto si algún día realmente lo fue, todas sus palabras cariño pronunciadas hacía mí. Todas las veces que la apoyé en lo académico y en la vida, yo estaba dispuesto a entenderla y a estar con ella si quisiese. A veces solamente pienso que ese amor que expresaba era totalmente falso. Hacerse la víctima fue su acto de no aceptarme tal cual soy, imaginar que nunca fue capaz de conocerme y yo que pensaba que eramos iguales. Desde mi punto de vista, me sentía completamente en confianza, de hecho fuiste la primera en enterarse que estaba conociendo a alguien. Estabas contenta de conocerlo, nunca pensé que querías hacerlo para dañarme.

Cuando desperté ese 8 de agosto, lo hice con mucho cariño, porque estaba con el calorcito de mi querido quien me abrazaba como si el mundo se fuese acabar. Miré el teléfono y vi tu mensaje, me hirió el alma, tuve que gritar de rabia, porque me sentí traicionado, mi querido se dio cuenta. Por tu culpa tuve la conversación más incómoda tanto para él como para mí. Me puso en una balanza entre tú y él. Afortunadamente, tomé la.mejor decisión porque al elegirlo, alejé todo tu veneno y falso cariño de mi vida. Comencé a desconfiar uno a uno de mis amigos, porque se siente feo cuando un amigo tuyo te hiere por verte feliz. 

No creo que leas mi blog, pero si lo haces, quiero decirte que fue el mejor año de mi vida, nunca sentí felicidad más grande que verlo a los ojos, salir caleta, reirme mucho, tirar chistes, que lea mi mente, que nos entendamos, nunca me sentí más apoyado antes y en verdad, no te imaginas lo rico que fue bloquearte de mi vida. No recibí nunca más tus dudas de profesional incompetente a altas horas de la noche, nunca más supe de tu vida y eso me hizo feliz, me alejé de tu ideología fascista y esa etica y moral absurda que siempre cuestioné. Los hecho me dieron la razón en cada uno de mis escenarios.
No me arrepiento de arracarte de mi vida, aunque todavia duele que sea 8 de septiembre y no saludarte por tu cumpleaños. Jamás pensé que siendo lesbiana, ibas a demostrar tu homofobia con veneno. Jamás pensé que querrías arruinar mi felicidad, cuando al fin alguien me entendía, nunca en mi vida pensé que serías tú, quien me quiso arruinar. No te perdonaré nunca esas palabras que escribiste y lamentablemente compartimos un grupo de conocidos, porque si fuese por mi, te arrancaría de todas mis páginas y menciones que he hecho en mi libro de vida.

Uno siempre por cordialidad dice: "te deseo lo mejor" pero no te deseo nada. Porque ni siquiera quiero que existas en mi vida. 

Lo único que te quiero decir es: gracias por darte a conocer, porque después de tanto tiempo fuiste una gran desconocida.

viernes, 5 de agosto de 2022

Mi Lucha

Desde pequeño he tenido que luchar, por varias razones. La primera de ellas, nací enfermo, mi físico ha sido un tema desde siempre. Esto ha generado que todos mis logros se basen en lo que hago con mi cuerpo, mientras los adultos invisibilizaron mis logros intelectuales. Siempre me sentí un inútil, porque me vi frustrado a realizar solo lo que mi cuerpo podía soportar. Es horrible recordar el sufrimiento y el dolor que me ha llevado este cuerpo y lo mucho que me siento encadenado a él. 

El bullying por ser el más lento y torpe, el no encajar con la sociedad por sentirme incompetente, el miedo eterno a no ser elegido por nadie porque el profe de ciencias siempre decía que sobrevivía el más adaptado y el más fuerte. Evidentemente, yo jamás fui fuerte físicamente, siempre supe que si hubiese habido un incidente o un siniestro, el que iba a morir era yo. De pequeño, cuestioné la existencia de un dios, por que solo me trajo a sufrir en un contramilagro a enseñarme a desampararme.

El terror de pensar en mi fragilidad hizo de mi vida un tema que hasta el dia de hoy duele. El hecho de ser rechazado por mi círculo social, me hacía sentir olvidado, ignorado y solo. Construí mi infancia solitariamente, aprendiendo a adaptarme, porque al menos de esa manera pensaba que era posible sobrevivir. 

Mi físico fue creciendo, junto con los comentarios que me hacían sentir la basura de la familia, siempre me sentí como el que hacía las cosas mal, que no servía para los quehaceres de la casa y que todo me quedaba pésimo, desde mi cama, lavar la loza, hasta barrer. La impotencia de ser el más débil, me hizo sentir rechazado hasta en la intimidad de mi hogar. Sentí que mi sonrisa se me iba apagando y no le hallaba sentido a mi vida. Mientras iban pasando los años, empecé a odiarme poco a poco. A detestar mi cuerpo y volverlo repulsivo para mi mirada. Me gritaba en el espejo mientras lloraba a la vida, y la cuestionaba, preguntándole por que me hizo tan mal. No existía polera ancha que me quitara el malestar de mi cuerpo y los comentarios de mi familia no ayudaban en nada. 
Mi cuerpo siempre ha sido un tema. En mi adolescencia, cuando todos me herían con mis senos, y mi gran trasero me hacían sentir menos que un humano. Nadie se fijaba en lo que aprendía, ni mis habilidades memorísticas, me volví lentamente en un esclavo social que aceptaba todo con tal de ser acogido. 

Cuando comencé a estudiar en la secundaria, me dolían tanto los comentarios que me comparaban con mi hermano, era doloroso escuchar que él se veía mejor con mi ropa y que no se explicaban por qué yo era el hermano. Mi autoestima era tan baja que nadie era capaz de reconocerme. Siempre fui el hermano de, el hijo de, el amigo de, el gordito de la esquina. Nadie sabía mis gustos, ni mis sueños. Solo se fijaban en mi talla de pantalón y polera. 

El dolor horrible de comprar ropa, puesto que nada me quedaba bien, era espantoso y a eso sumado con el desgano absoluto con hacer ejercicio, porque el cuerpo no me respondía y me dolía más de lo normal. Los comentarios cada vez que hacía ejercicio eran avergonzantes y humillantes. Muchas veces, pedi disculpas porque no era capaz de hacer ejercicio. Fui catalogado eternamente de flojo, pero la verdad nadie fue capaz de entender lo mucho que sufri por ser quien soy. Me cuesta dejar que me vean desnudo, solamente existe una persona en mi vida que dejo que me vea naturalmente.

Cuantas veces evité ser tocado, por miedo a que me encontraran asqueroso, cuando estoy con alguien me ducho muchas veces, porque pienso en que estoy apestoso y no me aceptarán así.

Tengo mucha ropa vieja, pues le tengo un miedo horrible a comprar nueva. Dado a que es horrendo sentirme rechazado por la propia tienda y sus productos. 

Tantas marcas y traumas que se reflejan hoy en día. Por ejemplo, cuando viajo, odio sacarme fotos o aparecer en ellas. Me cuesta subir fotos en la que salgo sopresivamente. Siempre soy el fotógrafo, porque pienso que arruino el paisaje. No me gusta encender la.camara en las reuniones, porque sale mi cara que siempre la.siento inferior al resto. Sin querer tiendo a sobre reaccionar si alguien hace un comentario de mi físico o me invita a hacer deporte. Odio hacer treking acompañado porque siento que soy un estorbo para el resto.

Por mi enfemedad, paso con dolores articulares que prefiero callarlos para no molestar a nadie. Siento que es mi culpa cuando estoy saliendo con alguien y no quiere intimar conmigo esa noche. No me siento suficiente para nadie, porque no me siento capaz de apoyar físicamente a alguien. Si hay que defender, si hay que escapar, si hay que arreglar algo con fuerza yo no sirvo. 

Muchas veces he querido morir, o bien, aislarme tanto de sociedad para que pueda vivir tranquilo sin que nadie se fije en mis inhabilidades. 

Me siento horrible como soy físicamente. Es mi lucha que llevo todos los días de mi vida. Y cruzo los dedos para que el pantalón mañana me cruce, para que la chaqueta me abroche y pueda vestirme tranquilo. 

Cruzo los.dedos para que la gente no me vea. No me fotografíe, no haga una opinión de mi cuerpo. Ojalá nadie se fijara como camino ni como me caigo si hago un sobre esfuerzo. Ojalá nadie hiciera críticas de como hago mi vida. 

Pero es mi cuerpo. Mi lucha. Actualmente lo estoy y estaré dando todo por salir adelante. 

Agnadhi du Anghi 

miércoles, 3 de agosto de 2022

Deja

Basta de preocupaciones, deja que fluya la vida, deja que el río suene un ratito, deja de despertarme que quiero dormir un rato más, deja de presionarme.

Deja que el silencio nos abrace, deja que nuestras miradas se crucen, cachemos lo que puede pasar. Deja de lado los prejuicios y concentrate en mis palabras, deja que te acaricie como si tu piel fuese delicada e infinita. Deja de lado lo que pueden escuchar los demás y deja que te muestre lo que hay entre cada latir de mi corazón. Deja que olfatee tu aroma y deja que mi olor quede en tus sábanas, para que pienses que duermo contigo cuando estamos lejitos. Deja de restringirme y ponerme prohibiciones si entiendo tu vida y sé que me quieres.  Deja de evitar soñar conmigo si igual te tinca lo que te ofrezco y soy.

Deja que la risa nos lleve a otra dimensión y que las fiestas y la compañía sea nuestro lema.

Deja de restringirte y ponte a vivir. 

Agnadhi du Anghi