sábado, 19 de enero de 2013

La jaula metropolitana

Sentado en una banca observé un gorrión cansado de volar, de viajar por todas partes de esta gran ciudad. Gira, me mira espantado. Me quedé quieto para poder mirar el esplendor de la naturaleza innata dentro de la jungla de cemento de la metrópolis que pisamos, el ave comienza a susurrarme, siento su comunicación, sus quejas, me contó que no podía continuar siendo un alma libre, estaba limitado a volar en un espacio reducido, acotado por el ruido, hipocresía y humo, sus pulmones estaban exhaustos, el último mensaje que me dejó era que nunca olvidemos nuestras raíces, luego de eso, el animal falleció frente mis ojos.

Agnadhi du Anghi




(Aunque no gané en "Santiago en 100 palabras" igual participar fue un orgullo)

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