Litoral, playa, brisa, roca, aves de diversos colores, árboles, cabaña, El Tabo, aunque no importa el nombre del lugar, lo importante es reirse, pasar buenos momentos con la gente que quienes en armonía de la naturalidad del mar, para con nosotros, fusionar amistad con la unión mística entre arena y océano, la capacidad de acariciarse sin tener problemas, de convivir diariamente sin peleas ni conflictos, olas que dibujan la expresión de la dicha y alegría de que se tengan el uno para el otro, pulgas marinas reflejan el poder de compartir aquello que se sienten en el momento de ser, de estar, de existir expresión tan natural y sumisa.
Cae la noche, el sol deja de iluminar, la luna se vuelve protagonista del bien común, comienza el apasionado océano a ser parte de la arena, el instinto sensual que comienza a aparecer, en el mar, con furia, con ímpetu, con ahínco, el mar monta a la arena con pureza y así intercambian vida silvestre, el alimento de los seres vivos depende de la sensualidad de la arena con el ánimo marítimo.
Y como siempre.... yo aquí contemplando el resplandor de la belleza que es casi onírica e increíble, mi envidia comienza a florecer porque aún no encuentro mi arena, para que me pueda acompañar, ni la más solitaria alma esta conmigo, tan solo imaginar que algún día encontraré, mi compañera, aquella que compartirá mi felicidad, mi dolor, compartir y repeler lo que más me duele ahora ...
...MI SOLEDAD
Agnadhi du Anghi