domingo, 20 de febrero de 2022

Otro domingo cualquiera

 Último día de la semana y nada es diferente, las aves cantan en el mismo tono, despierto más temprano de lo que debería y el silencio agudiza mis oídos para escucharte, pero, no estás. La soledad que conozco y es común en estos días, despierta con un hambre voraz de atacar el estado emocional, poniendo en duda lo construido, lo vivido, lo trabajado por todos los años de la existencia. 

Otro domingo más, sin sorpresas, sin novedades, es la no rutina más cíclica de todo el año. ¿De qué sirve alejarse del trabajo, si no hay nada novedoso y particular que hacer en estos días?, la eterna pregunta de alguien cuya esperanza se acabó, exponiendo la tristeza de un día como este, como algo solitario y lleno de amargura. 

No espero nada de estos días, pues, mi voz es la misma, los hábitos son iguales, no hay panorama ni tampoco personas que se sacrificarán por uno para hacerte un día totalmente diferente. Solo estoy yo, frente a un espejo, tratando de entender qué sucedió con el pasar de los años, en qué minuto se acabaron las fiestas, las juntas, las visitas, las sorpresas. Solo son lindos recuerdos que llegan a la mente trayendo enorme nostalgia. Hace que mi cerebro junte cada una de las memorias, para tener la esperanza que algún día se vuelvan a convertir en realidad, pero me friego los ojos, y otra vez estoy frente al espejo, sintiendo la soledad y aburrimiento de otro domingo cualquiera.


Agnadhi du Anghi

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