lunes, 28 de febrero de 2022
¿Qué nos pasó?
martes, 22 de febrero de 2022
Lo imposible
domingo, 20 de febrero de 2022
Otro domingo cualquiera
Último día de la semana y nada es diferente, las aves cantan en el mismo tono, despierto más temprano de lo que debería y el silencio agudiza mis oídos para escucharte, pero, no estás. La soledad que conozco y es común en estos días, despierta con un hambre voraz de atacar el estado emocional, poniendo en duda lo construido, lo vivido, lo trabajado por todos los años de la existencia.
Otro domingo más, sin sorpresas, sin novedades, es la no rutina más cíclica de todo el año. ¿De qué sirve alejarse del trabajo, si no hay nada novedoso y particular que hacer en estos días?, la eterna pregunta de alguien cuya esperanza se acabó, exponiendo la tristeza de un día como este, como algo solitario y lleno de amargura.
No espero nada de estos días, pues, mi voz es la misma, los hábitos son iguales, no hay panorama ni tampoco personas que se sacrificarán por uno para hacerte un día totalmente diferente. Solo estoy yo, frente a un espejo, tratando de entender qué sucedió con el pasar de los años, en qué minuto se acabaron las fiestas, las juntas, las visitas, las sorpresas. Solo son lindos recuerdos que llegan a la mente trayendo enorme nostalgia. Hace que mi cerebro junte cada una de las memorias, para tener la esperanza que algún día se vuelvan a convertir en realidad, pero me friego los ojos, y otra vez estoy frente al espejo, sintiendo la soledad y aburrimiento de otro domingo cualquiera.
Agnadhi du Anghi
sábado, 12 de febrero de 2022
La mezcla perfecta
Van 6 meses de que te conocí. Querida Mercedes. Jamás imaginé que esto me pudo pasar a mí. Siempre me proyecté como una persona solitaria y distanciada de algunas ideas amorosas, dado que mi experiencia me ha permitido entender que no servía para estar con alguien, por diversas razones; una de ellas fue mi aburrimiento, que me quedaba sin temas de conversación, o que no toleraban mi ritmo de vida y trabajo, o algunas personas tenían actitudes que para mi no tranzaban.
Debo confesar, que no soy alguien fácil de entregar mis emociones, ni tampoco soy una persona que permite que toquen ni que estén tan involucrados. Así como debo decir, que hasta me incomodaba tener que saludar todos los días, y hablar por largas horas. En estos últimos seis meses, la vida me puso a prueba de varias cosas, la primera, descubrí que soy capaz de querer y entregar cosas de mi incondicionalmente, la segunda, aprendí que mis emociones también son válidas y quieren ser escuchadas y comprendidas, entendí y adquirí conocimientos en cuidados, masajes, atenciones, regalías y sorpresas, aprendí que un simple gesto, puede rescatar a una persona de la tristeza, de sus problemas y de su monotonía. Aprendí también, que soy capaz de viajar kilómetros para ver a una mezcla perfecta,
Esa mezcla perfecta, la cual conforman varias cualidades de ti, comenzaré con lo físico (aunque las personas piensan que es algo banal). Si comienzo a destacar lo que amo de tu físico, partiría de tus ojos. Ellos son los mejores jueces que he conocido jamás, porque juzgan lo que te gusta o te disgusta con una certeza poderosa, cuando están alegres, se achinan y reflejan lo importante que es cada momento, cuando te sientes seguro, brillan como el sol en la nieve misma, a veces debo ponerme lentes de sol para poder sobrevivir ante tal brillo. Cuando te duele algo, tus ojos se apagan e intento mi vida para volver a encender esa llama que me hace envolverte cuando te veo, cuando estás cansado nacen en ti, pequeños embriones de estrés bajo tus párpados que me indican lo mucho que te esfuerzas para sobrellevar esta vida tan difícil que todos estamos destinados a vivir.
Lo segundo que me fijo, son tus labios, quizás no te gustan los besos en la boca, pero no es eso lo que me gusta de ti, sino que es lo que reflejan cuando te ríes con esa intensidad que hace que despierte cada célula de mi cuerpo, esas mejillas que se inflan cuando te digo lo que siento por ti, las margaritas que se crean cuando estás a gusto.
Tercero, tu piel, a mi no me gusta la canela en el té, pero con ese color que emanas, me hace añadir canela a mi vida y disfrutar del deleite de ver cómo tu piel se eriza cuando te doy una sorpresa, como un pie de limón, o una tobillera tejida por mi. Además, debo añadir que acariciarte me relaja y haces que me olvide de todos mis dramas y complejos
Cuarto tus manos, esas manos rápidas y laboriosas que me conquistan cuando te veo trabajar y bailar, ese esfuerzo que veo cada día y admiro lo que eres capaz de hacer con ellas.
Quinto, tu abdomen a quien lo apodé como Ismael, me gusta tu reacción cuando le hago cariño, siento que te relaja y te hace sentir muy a gusto con mi compañía. Sexto, tus piecitos, amo hacerles masajes como un premio a todo el esfuerzo que le pones a la vida, como compensación de todo lo que sufres en silencio y todo lo que caminas y haces día tras día.
Pasemos a los otros ingredientes, aquellos entes inmanentes que se arraigan a tu esencia más pura, comenzaré hablando de tu espíritu de justicia, siempre buscas lo mejor para el mundo, siempre tratas a las personas como merecen ser tratado, peleas por los más débiles y das las cara para que todos se sientan bien. Eres hasta capaz de perder tu empleo por darle a las personas esa igualdad.
También me cautiva de ti, tu sentido del humor tu risa luminosa, que le devuelve la llama a los apagados y le das dulzura a los amargados que se justifican que sus vidas los maltratan, eres ingenioso con los chistes, además admiro esa capacidad de reírte, tanto de tus logros como tus desgracias que te permiten sobrellevar la vida de una forma, que me da la impresión que siempre se pueden lograr genialidades.
Amo tu capacidad de aprender rápido, de adaptarse a nuevos escenarios y tomar nuevos desafíos, adoro también esa sed de conocimiento que tienes, que se reflejan en esas preguntas potentes e interesantes que me consultas en ciencias, como de tu capacidad de investigación y de alimentarte de lo que lees.
A pesar que no eres de demostrar cariño de una forma tradicional y cliché, sé leer cada vez que estás cautivado y cada vez que entregas dicho cariño, esto se explica por los grandes gestos que haces, cuando me abrazas inesperadamente cuando estoy conduciendo, cuando me sorprendes con un simple uber fuera de una instalación, además, tu cariño esta presente cuando me cuentas lo que pasa en tu día, porque sé con firmeza que te cuesta confiar en las personas, tanto en tus actos, sentimientos como tus experiencias diarias. Cuando expresas "me encanta", por algo que digo, o dices "awwww", siento que toda tu piel me expresa que me quieres. También se presencia, al decirme que no me vaya a mi casa, cuando te das vuelta al despedirme y te secas las lágrimas, cuando te despides desde una ventana y tu mente no para de imaginarme aunque sea por 20 minutos, cuando me cuentas tus alegrías, logros y malos ratos. Añadiré que haces que cualquier día se vuelva un panorama estando contigo.
Amo tu sinceridad, tu preocupación y sobre todo lo divertido que es salir contigo.
Todos esos ingredientes hacen la mezcla perfecta que describe a tu esencia, si me pidiesen describirte este texto no alcanza ni para el resumen de la síntesis de lo que significas para mí.
Me encanta ser tu despertador, me enamora reír contigo, que digamos exactamente las mismas palabras al mismo tiempo, como si nuestras mentes se unieran en una sola, me siento pleno contigo, siento que puedo vivir para siempre estando a tu lado, y que nada malo me debería pasar para cuidarte desde aquí hasta la hora de mi muerte. Me fascina saber de ti, para siempre buscar la mejor estrategia para ayudarte.
Si estas leyendo esto, prometo siempre tratar de cuidarte, protegerte y estar contigo de manera directa o tácita, guardar todas las experiencias y momentos que he vivido contigo y conservar ese cariño pase lo que pase. Ahora lo puedo expresar, y quizás en un futuro solamente lo mantenga en silencio. Pero no importa lo que pase, siempre habrá un pedacito de mi corazón para alojarte.
Gracias por ser esa mezcla perfecta, de piel canela, justicia, humor y ojos que gritan amor.
Agnadhi du Anghi