Así como me apacigua el dolor de las heridas del vuelo de la vida, yo también formo parte de su corazón, siendo un oído comprensivo ante sus problemas y una voz consejera y de aliento que le ayuda a caminar sobre algodón en vez de rocas calientes, soy alguien importante en su vida, y su ancla para que no se descontrole y siga sus instintos que a veces no son los correctos.
Somos tal para cual, un par de locos sin causa, haciendo tonteras es como llegamos a conocernos bien y establecer un lazo tan duro como el concreto, no podemos dejar de hablarnos ni enojarnos por más de cinco minutos porque sabemos que somos un trébol de cuatro hojas (difícil de encontrar y una suerte de tenerlo), saltamos juntos al futuro, haciendo que nuestra vida sea cada vez más fascinante, toleramos nuestros defectos y nos adaptamos mutuamente el uno para el otro, vivimos distintos procesos de vida pero aún así estamos sintonizados bajo el mismo sentimiento: lA AMISTAD.
Creo que sin él mi vida hubiese sido un completo desastre y un completo problema. Gracias amigo por todo lo que has hecho por mi, y por toda la preocupación depositada en mi, por la comprensión y por liberarme de ser un ermitaño, por hacerme ver la vida distinta y por darme mil detalles cuando estuve perdido en el valle, por humanizarme y por sacarme alegrías en mi vida. Te quiero caleta.
Esta entrada se la dedico a mi gran amigo F.A.L.C.
Agnadhi du Anghi
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