domingo, 10 de julio de 2022

Mi 1011

Poco después de superar la mitad de año. Me acuesto a pensar, la cantidad inmensa de experiencias que he vivido, tristezas, felicidad, amor, etc. 

Quizá es bueno parcelar por tema. Empezaré de lo más dificil, amar es demasiado difícil y más cuando a veces no me siento correspondido como merezco. El comienzo de año fue mágico, me sentí muy acompañado, más que una compañía física, era una del corazón, me sentí comprendido y querido. Pude sentirme defensor y correspondido en todo aspecto, fue lindo intentar querer, a pesar que has sido mi primer amor real, ha sido súper lindo y doloroso el proceso. El terreno desconocido de mantener a flote una relación compleja, sobre todo cuando ambas partes no damos el mismo esfuerzo. Sin embargo, pese a todo, miraré el lado positivo. Desde el viaje que pasé contigo, la maravilla que fue conocerte en más cantidad de días, todo lo compartido y todas las maravillas que fuimos construyendo, desde la risa, el apoyo, la escucha y las promesas que ibamos generando. No te mentiré, los dos primeros meses de este año fueron súper ilusionadores, me dijiste cositas que nadie me ha dicho, me hiciste sentir mega importante y hasta me empezaste a incluir en tus proyectos. Pensé que algo que no esperé durara más de 3 meses se podrían convertir en toda la vida. Fue genial sentir que pude proyectarme contigo y fue demasiado acogedor de tu parte, sentirme comprendido, querido, abrazado, buscado y regaloneado. Hasta que llegó la segunda mitad de febrero, la primera vez que me sentí con el corazón echo pedazos, me sentí la peor basura. Sentí que desde el cielo alto, bajé de golpe sin pena ni gloria. Me dolió demasiado todas las decisiones iniciales. Después de todo lo que pasó. Solo quedaba el recuerdo. Luego de ese momento siempre sentí que algo se rompió, ya no sentí que me buscaste nuevamente, te percibí más alejado de mí  y de a poco cambiaste caleta conmigo. Ya no entregabas lo de siempre. Fue súper triste e injusto. Desde un comienzo pensé que era mi culpa, así que decidí jugármela aún más. Fue rico intentarlo, porque te pude apoyar, estar para ti, cuando nadie más lo hacía. Me convertí, en muchas cosas para ti, tu amigo, tu amante, tu confidente entre otros. Me dolió cuando empezaste a dejar de hablarme. Me costó entender qué pasó. Hasta me sentí súper olvidado para mi cumpleaños. No debí esperar demasiado, sin embargo, mi corazón iluso esperó algo más profundo. Si bien, mis intentos de reconquistarte te acercaron, aún así, no era lo mismo. Nada volvió a ser como era el año pasado. A veces, doy golpes al aire, tratando de volver a las emociones anteriores, pero por más que intento luchar, más perdida doy la batalla. Hoy en día siento que los términos cambiaron totalmente. Siento gran indiferencia en tus palabras y gestos. Los muchas gracias vacíos me duelen, así, como tus rotundos actos fríos. Muchas veces, te pregunto qué sucede, para que me lo explicites y te comuniques. Porque al momento de declararlo. Te juro por mi alma que no reintetaré reconquistarte hasta que realmente se pueda. No quiero perder tu amistad, siento que somos compatibles, pero contruyes un muro que nos separa. Tal vez, es inconsciente. Pero puedo tener la paciencia necesaria para esperar a que estes listo para que tomes decisiones con esto. No quiero abandonarte, pero creo que eres el que tiene más responsabilidad en la imposibilidad de concretar algo más.
Al conocerte, me di cuenta que estoy enamoradísimo. Lo que me hace entender que mi corazón siempre llevará una puerta abierta para ti. De tal manera, que si a futuro, quieres volver a intentarlo, seré capaz de darlo todo de nuevo para que funcione, independientemente de mi realidad. La vida es larga.

Respecto a mi trabajo, ha sido todo complejo, tiempos de acreditación, búsqueda de profesionales y mi crecimiento como profesor y trabajador se ha notado con creces. De a poco, soy más considerado, respetado y admirado. Me siento orgulloso donde estoy parado y planeo seguir, adjudicándome experiencias y crecer académica-laboralmente. En menos de un año, he logrado tener demasiados cambios en mi vida. El panorama va mejorando para mí, y cada mes que pasa, siento que puedo proyectarme a futuros aún mejores. 

Respecto a experiencias varias: he viajado ene, quizá he recorrido los mismos lugares: Puerto Montt, Chiloé, San Felipe, Viña del Mar, Reñaca, Valparaíso, Santiago. Pero todos son geniales cuando tengo a lo mejor compañía. He ido a fantasilandia, he comido muchas cositas deliciosas, hasta en tenedores libres. Me he permitido querer con el alma y darle toques especiales a cada gesto de distracción. Pensar, que tuve un accidente automovilístico, que me dejó algo de traumas, pero me hizo tomar conciencia de conducir a grandes distancias. Mi terapia va bien, he luchado contra grandes y pesados fantasmas. Todo ha sido doloroso. Levantar piedras y mirar heridas que creí sanadas. Ha sido un proceso de fuego. Pero siempre he pensado que así se forja el escudo y la espada. El buen herrero de vida, prepara el mejor fuego y fortalece con el mismo martillo que puede romper ventanas, el hierro más difícil para generar una espada lo suficientemente fuerte para derrotar a todo. No han faltado las salidas a la disco, al cine, etc. No han carecido las fiestas, las risas y los regaloneos. Los masajes y todas las experiencias ricas. 

Actualmente estoy aterrado de lo que viene. Pero, confío en mi inteligencia, resiliencia, fortaleza, para seguir adelante como siempre lo he hecho. 

Agnadhi du Anghi