Sin embargo he hecho un descubrimiento que en mi mente no tengo barreras, nadie se ilusiona o se siente mal por lo que pienso, lástima que tengo que filtrarlos antes de exponerlos, pero siento que mi imaginación y mis pensamientos me dejan en un estado libre mientras indago en ellos, siento que me nacen alas con solo pensarlas, puedo crear un mundo dentro de lo desconocido donde soy un dios de la creación y la acción intrínseca que eso significa.
Puedo desafiar a la naturaleza, ser el protagonista, tanto de una novela de misterio como una de amor, puedo ser imprudente sin que nadie me lo restringe, puedo expresar mis sentimientos en una masa de ilusiones y desafíos. En cambio en la realidad solo pensar en mi cuerpo, mi vida queda acotada en un montón de debilidades, de estereotipos clásicos que impiden a uno encontrar la felicidad de los vulgos (satisfacción de las necesidades). No puedo desenvolverme a cien por cien en esta realidad que cada vez se distorsiona por la codicia que yace en él.
Si tan solo pudiera mezclar la libertad de mi mente, con la esclavitud perpetua de la realidad concreta, tal vez pudiera hacer millones de hazañas.
Agnadhi du Anghi